miércoles, 7 de marzo de 2007
EL CID, EL PUEBLO NOMBRADO CABALLERO
Al margen del interés literario, El cantar del Mío Cid tiene un alto valor representativo. El enaltecimiento del campeador frente las arbitrariedades del poder real (objeto principal del poema) responde al sentir político de la Castilla medieval, coincidente con la primitiva tradición germánica y opuesto al espíritu del derecho romano conservado por León. El basar las relaciones entre señor y vasallo en un mutuo respeto, el individualismo y al defensa del honor, son elementos básicos del poema, que habrán de perdurar a través de toda la literatura español. De hecho fue imitado en algunos episodios del Poema de Fernán González, fue sometido a continuas prosificaciones y de ellas surgieron romances. Las versiones llegan hasta hoy en día: Marquina, Salinas e incluso Corneille
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